El glaucoma en edades pediátricas se caracteriza, generalmente, por una serie de malformaciones oculares que provocan el aumento de la presión intraocular. Esto produce un daño en el nervio óptico, que es el encargado de transmitir la información de las imágenes captadas hasta el cerebro.
Se trata de una enfermedad frecuente en adultos, sin embargo, existe su forma congénita que aparece en niños desde el nacimiento o en los primeros tres años de vida del niño.
Tipos de glaucoma en edades pediátricas
El glaucoma en edades pediátricas se clasifica en varios tipos dependiendo de la edad en la que aparecen sus síntomas.
Glaucoma congénito primario. Se presenta ya en el nacimiento del bebé.
Glaucoma infantil. Comienza entre le primer mes y los 24 meses.
Glaucoma juvenil. Se manifiesta después de los 3 años de edad
Esta enfermedad no es muy frecuente pero cuando se presenta, suele afectar casi siempre a ambos ojos, aunque con distinto grado de intensidad.
En función del tipo, el glaucoma se divide en dos clases:
Glaucoma primario. Es el más frecuente. Si no se aplica el tratamiento apropiado o el niño no responde a este, puede provocar una pérdida total de la visión en el ojo afectado.
Glaucoma secundario. Esta asociado a otras patologías congénitas que afectan a los ojos, como cataratas, aniridia, anomalía de Peters, síndrome de Axenfeld o infecciones de la madre durante la gestación, entre otras.
Síntomas del glaucoma congénito
En los casos de glaucoma congénito primario se apreciarán los siguientes síntomas:
- Pérdida de la transparencia de la córnea.
- Hidroftalmía que es el aumento del tamaño del globo ocular («ojos saltones»)
- En ocasiones la córnea aumenta considerablemente de tamaño (megalocórnea)
Los pacientes que padezcan glaucoma secundario manifestarán síntomas muy diferentes:
- Opacidad de la córnea
- Exceso de lagrimeo
- Excesiva sensibilidad a la luz (fotofobia)
Ante cualquiera de estos síntomas hay que acudir a un especialista en oftalmología para que realice las pruebas necesarias para confirmar el diagnóstico.
Tratamiento
El tratamiento indicado para el glaucoma congénito es quirúrgico, pero para frenar la enfermedad a tiempo es fundamental tener un diagnóstico temprano. Previo a la cirugía, se suele iniciar un tratamiento con un periodo de medicación y colirios. De esta forma se reducirá la presión intraocular antes de pasar a la intervención. Es frecuente que se requieran realizar varias operaciones hasta conseguir mantener la tensión controlada de forma que el nervio no se vea dañado.
Es importante realizar revisiones periódicas a todos los niños a partir de los 2 años o desde el nacimiento. También si existen otras patologías relacionadas o antecedentes familiares. En la Clínica García de Oteyza contamos con expertos en oftalmología pediátrica. Si quieres concertar una visita, contáctanos en el 93 418 67 89 o en info@garciadeoteyza.es.
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